miércoles, 2 de junio de 2010

Comunición: Avivar o no avivar giles. Esa es la cuestión.

Muchas veces lo hemos dicho: aún las empresas más ágiles tienen tiempos de reacción que son generalmente lentos para estos tiempos de acelere. La razón es conocida: hay procedimientos que se deben segui y por sencillos y automatizados que esten, demandan tiempo. 

Esto sucede en todas las áreas y el impacto de la demora obviamente es más crítico en unas que en otras. Pero cuando se trata del área responsable de comunicaciones (tanto internas como externas) el esmero por acelerar los tiempos de reaccion deberia ser mayor. Alguien podría objetar que no siempre es conveniente dar una respuesta rapidamente y eso es verdad, por eso hablo de reaccionar y no necesariamente de responder. De todos modos, es frecuente que  la no respuesta se vincule más con no saber que decir que con una estrategia. 

Como sea, el punto es que frente a la necesidad de comunicar, las empresas muchas veces se quedan mudas y olvidan un viejo y conocido axioma de la teoria de la comunicacion que dice: es imposible no comunicar. Es decir, que incluso cuando nos quedamos en silencio, algo estamos comunicando. No podemos zafar del entramado significante en el que estamos enredados y que le da al otro la posibilidad de leer algo aun en nuestro silencio.A todo esto, hay que agregarle un elemento más. Quienes esperan una respuesta, la quieren rápido.

No es una novedad que todo se ha acelerado y que nuestra percepcion del tiempo no es una excepción. De manera que el gran desafío de quienes se encargan de la comunicación
en las organizacione ya no es tener estrategias para reaccionar adecuadamente sino también hacerlo en tiempo record. Y más aún, hacerlo antes de que la pregunta este instalada. De eso se trata también, ser proactivo (término que nos encanta usar en management). 

Y qué sentido tendría adelantarnos a algo que no ha sido preguntado. No sería acaso "avivar giles" (como se dice en mi barrio). Esta pregunta nos lleva a un punto que considero crucial, porque la respuesta dependerá de en que paradigma estamos. Dicho de otro modo: si de verdad apuesto a una comunicación lo más transparente y abierta posible, desde una logica participativa y del ganar/ganar, la respuesta será: Está bien ser proactivos. Avancemos con eso!  Pero si me siendo más identificado con aquél paradigma "tradicional" donde retacear información es lo que "asegura" permanencia en un espacio de poder,la respuesta obviamente será: No avivemos giles!

¿De qué lado estás?

1 comentario:

Ernesto Uribe dijo...

Estimado Luis Ángel Ávalos:

En mi opinión ser proactivos para comunicarse, o como tu bien especificaste; la necesidad de responder con rapidez o anticiparse a los problemas, desemboca necesariamente en una comunicación más eficaz, ayuda a su transparencia, participación y al logro de una negociación productiva para todos los implicados.

Lo anterior inevitablemente traerá también poder y su reproducción. Esto porque quienes se comunican con mayor habilidad, a menudo poseen mejores competencias para persuadir, manejar conflictos, motivar, liderar, orientar, enseñar, crear redes, generar adhesión entre otras características.

Tales cualidades no necesariamente producirán un sitial asegurado en el trono del poder, pero si ofrecen las herramientas para construirlo.

Por otra parte no podemos dejar de lado la intrínseca tendencia hacia la búsqueda del poder en muchos seres humanos, ya sea como riqueza material, reconocimiento de su sector social, logro de un objetivo, adquisición de influencia, estatus, conocimientos, etc. Con lo que podríamos traducir el poder a toda capacidad que le permite a un ser humano hacer o conseguir algo.

Quizás, más que si la comunicación efectiva debiera o no producir tal o cual tipo de poder, y de qué lado nos paramos, sería más trascendental preguntarse por cómo ejercemos el poder que casi por inercia nos regala la comunicación efectiva

¿Es ético ejercer el poder sin dar oportunidades a los demás, sin compartir el poder, sin transferir el poder a otra persona, etc.?

Esa es mi reflexión estimado, espero poder saber tus comentarios al respecto.

Atte;

Ernesto Uribe
Psicólogo Organizacional