Reforzar los valores que sostienen la cultura organizacional es una tarea de comunicación permanente, que debería ser encarada teniendo en cuenta 3 niveles:
- Efecto cascada: de arriba hacia abajo, cada dia hay que liderar con el ejemplo, comunicar valores de modo concreto y alentar (o desalentar) ciertas prácticas, dependiendo de si se ajustan a no a valores. Nunca hay que perder la oportunidad de vincular lo que un colaborador hace con los valores (o la ausencia de ellos). "Buenisimo esto que hiciste, eso es espiritu emprendedor." o "Queremos que en un caso como este seas más proactivo, tenelo en cuenta la próxima".
- Acciones estables: la presencia de los valores en la oficina es muy importante. No es que pensemos ingenuamente que poner carteles resuelve el asunto, pero esos carteles (o lo que sea que haga presente los valores) son necesarios para que las ideas se difundan/circulen. Los slogans y los símbolos, son un recurso antiquísimo, y a veces bastardeado, pero funciona. No hay cultura que no los tenga.
- Los eventos y celebraciones. En todas las culturas se celebran cada año diferentes cosas, todas vinculadas con algun valor. Las celebraciones recrean la mística que no queremos que se pierda. La recrean de un modo festivo y ayudan a que la gente se involucre con la cultura. Hacen que la gente se integre y refuerzan los valores. Sobre todo, cuando están presididas por los "heroes" o "próceres" de esa cultura (quienes encarnan los valores de la organización, por ejemplo los fundadores). Este tercer nivel completa la estrategia, recreando la mística y dandole impulso a las otras acciones. Porque vincula emocionalmente a la gente con los valores y toda la cultura de la empresa (sus mitos, sus héroes, sus creencias, etc.).
